Gerchunoff y sus circunstancias

En la amalgama de la investigación, la literatura y lo judío, podemos encontrar joyas de un tenor sumamente interesante. Tal es el caso del libro La vocación desmesurada (Sudamericana, 2018), de Mónica Szurmuk, doctora en Literatura comparada, investigadora principal del Conicet y profesora en la Universidad Nacional de San Martín.

En esta obra, pesquisa con gran virtuosismo y de una manera didáctica las diversas facetas y momentos en la vida de Alberto Gerchunoff, uno de los más representativos escritores argentinos de la generación de inicios del siglo XX.

Los Gauchos Judíos –título que se transformó en un lema– es un conocido libro en el que Gerchunoff condensa una serie de cuentos y semblanzas que evocan la saga de hombres y mujeres que habitaban las pequeñas colonias en Santa Fe, Entre Ríos y otras provincias, labrando la tierra y, a su vez, produciendo gemas de cultura y nuevas tradiciones. El autor de estos encantadores retratos de época describe que, obviamente, nada era fácil para estos inmigrantes venidos de los horizontes lejanos de la Rusia oriental. Sin idioma ni conocimientos de la vida agrícola, aprendieron a tomar las palas y a hacerlas vibrar en este suelo que supo cobijar la diversidad, con semejanzas y diferencias, dando lugar a la creación de una nueva y fresca identidad argentina.

Alberto Gerchunoff nació en un olvidado villorrio del Imperio Ruso, a inicios de la década de 1880. Sus padres, en un clima de creciente agresividad hacia la comunidad judía, decidieron emigrar a estos lares. Rompiendo lazos con el Viejo Mundo, llegaron en 1890 al puerto de Buenos Aires.

Szurmuk cuenta que, al abandonar el Imperio, el padre le habría dicho: “La Argentina, niño mío, es un país libre, donde todos los hombres son iguales”. Es en esta frase donde se cifra la clave que ordena y explica a Gerchunoff, cuya biografía detalla la existencia de este “escritor judío por nacimiento y argentino por opción”. Su vocación intelectual lo orientó al uso de la palabra firme y sabia, permitiéndole plasmar su afición periodística y literaria en los diarios La Nación y El Mundo.

Autor de novelas, cuentos y libros de crítica literaria, participó de manera activa en la política partidaria de nuestro país, así como en las instituciones centrales judías. La biografía de Gerchunoff escrita por Mónica Szurmuk resulta una instancia que nos permite comprender nuestro presente, porque es una ventana para analizar el clima de época, la creación cultural argentina de la primera mitad del siglo XX y sus intercambios con otros países del continente y del mundo. Personalmente, recomiendo su lectura.